José Luis Cava, tras dar una cálida enhorabuena al equipo de Estrategias de Inversión por el 20º aniversario, señala que Estados Unidos y China están en Londres negociando los acuerdos comerciales, cuyo tema son las tierras raras. “Lo que en realidad quiere Estados Unidos es que China restablezca el flujo de tierras raras hacia Estados Unidos, que cortó a finales de abril como consecuencia de la guerra comercial”

¿Qué tipo de tierras raras quiere Estados Unidos? El metal de tierras raras que quiere Estados Unidos es el samario, “porque el samario permite fabricar imanes que soportan altas temperaturas sin perder sus propiedades magnéticas”. El material se utiliza prácticamente en exclusiva en usos militares, explica el experto. “Es imprescindible para la fabricación de misiles, para la fabricación de aviones de combate y para la fabricación de bombas inteligentes, entre otros usos militares”. El principal demandante de samario es Lockheed Martin, que necesita aproximadamente 25 kilogramos de este metal para fabricar un avión de combate F-35, indica, y tanto el país norteamericano como los aliados europeos se han quedado sin stock.

Al analista le llama la atención que no hubiera una reserva estratégica de este metal en ninguna de las istraciones anteriores, y se pregunta por qué los militares no favorecieron su producción. 

Además, a Cava le resulta extraño que dos potencias, que están enfrentadas y en guerra, se intercambien materiales de uso militar para fabricar armas que pueden utilizar contra ellos mismos. Sin embargo, Cava se remonta a un precedente. “En la Primera Guerra Mundial, el Reino Unido necesitaba cristales ópticos de calidad, que solamente fabricaba Alemania. Alemania necesitaba el caucho del Imperio Británico. Si no se hubieran intercambiado estos productos, probablemente la guerra habría concluido. Sin embargo, se lo intercambiaron, a través de Suiza”.

Mientras tanto, el S&P 500 se encuentra cerca de máximos, China inyectando liquidez, y los gestores de fondos norteamericanos, cortos en acciones. “Por lo tanto, debemos llegar a la conclusión de que, en este mundo económico tan contradictorio, la tendencia de las bolsas es alcista”.