Wall Street parece que se estanca, aunque tenemos al S&P500 a un 2% de máximos. ¿Podría entrar Wall Street en una fase de consolidación de cara al verano?

El mercado continúa en la misma tónica de las últimas semanas: tranquilidad, lateralidad, consolidación... No hay, a día de hoy, ningún factor que altere significativamente este escenario. El VIX, en niveles de 18, refleja precisamente esa calma que domina el mercado. Y, en cierto modo, es lógico: ya anticipábamos hace mes y medio que lo más probable era una continuidad al alza de los índices estadounidenses, camino de sus máximos históricos. Desde el punto de vista técnico, ya se había superado el nivel de corrección proporcional de Fibonacci respecto a toda la caída anterior, por lo que el siguiente objetivo natural eran, precisamente, esos máximos. Y ahí seguimos: el S&P 500 está a menos de un 2% de sus récords, lo mismo ocurre con el Nasdaq 100, y el índice de semiconductores de Filadelfia se encuentra a un 1,5% de los niveles donde comenzó su última gran corrección. En cuanto al Russell 2000, para alinearse con el resto, debería superar los 2.185 puntos, una resistencia horizontal clave; si lo hace, el aspecto técnico se reforzaría claramente. En resumen, todo sigue apuntando a una fase de consolidación cerca de máximos. Eso sí, como es lógico en estos entornos, conviene estar atentos: no sería raro ver un retroceso de cierta trascendencia. Pero, por ahora, no hay ninguna señal técnica que apunte a un giro inminente.

Por su parte, Europa parece que sigue el mismo tono de cautela,  y con pequeñas correcciones en el DAX, que lleva cerrando con ligeros recortes tres jornadas. Mientras, el Ibex cerraba ayer en rojo y la de hoy podría ser la segunda sesión consecutiva de caídas... ¿Hay alguna señal en los mercados que anticipen una tendencia a la baja consistente en el corto plazo? Niveles clave que nos avisarían de ello

Los índices europeos están siguiendo una pauta muy similar a la de los estadounidenses, aunque con un matiz importante: era difícil pensar que pudieran mantener por más tiempo la notable divergencia positiva acumulada en lo que va de año. Hablamos de un DAX que sube un 21%, un IBEX 35 con una revalorización del 21,8% y un Euro Stoxx 50 que avanza un 11,5%, frente a unas bolsas americanas mucho más moderadas: el Nasdaq ha subido un 4,4%, el S&P 500 apenas un 2,6% y el Dow Jones prácticamente plano. No hay demasiados elementos que nos hagan pensar que esa divergencia se va a seguir ampliando. Al contrario, en la medida en que los índices americanos continúan su camino hacia máximos históricos era razonable esperar que los europeos entrasen en una fase de pausa o consolidación. Y eso es exactamente lo que estamos viendo. El gráfico del Ibex 35, por ejemplo, es muy representativo: una clara lateralidad, sin dirección definida, igual que el DAX —aunque con un ligero sesgo alcista—. El Euro Stoxx 50 también se mantiene plano, al igual que el CAC 40, el índice sectorial bancario europeo o el MIB italiano. Todos presentan estructuras muy similares: consolidación en la parte alta del rango, pero sin avances claros. En resumen, mientras los índices americanos terminan de recorrer ese pequeño tramo que les queda hasta máximos históricos, los europeos podrían seguir acumulando lateralidad. No hay, por ahora, señales que apunten a otra cosa.

El Ibex ha abierto hoy a la baja arrastrado por el fuerte recorte en Inditex, y el retroceso de bancos y energéticas. ¿Hasta qué punto la caída de Inditex refleja la debilidad en sus cuentas del primer trimestre? ¿Hay algo más detrás desde el lado técnico, porque la textil acumula en el año pérdidas en bolsa del 7,7%?

Con Inditex suele pasar siempre lo mismo cuando presenta resultados: una reacción inicial violenta que luego se va atenuando. Hoy ha tocado niveles de soporte relevantes. El mínimo intradía se ha acercado mucho a la zona de los 46 euros, y desde ahí ha empezado a rebotar. De caer un 6% en el peor momento del día, ahora retrocede algo más del 4%, y veremos cómo cierra finalmente la sesión. Desde un punto de vista técnico, el movimiento es muy similar al que vimos a mediados de mayo: intento fallido de superar los 49,30 euros, lo que llevó al valor a buscar la zona de los 46. Exactamente lo mismo está ocurriendo ahora, aunque con una mayor violencia, provocada por unos resultados que, pese a mostrar beneficios récord, han generado ciertas dudas. El mercado parece castigar el frenazo en el crecimiento de las ventas: frente al 7% de incremento en el mismo trimestre del año pasado, ahora solo crecen un 1,5%. Probablemente, con el tiempo, el mercado pondrá en valor los beneficios, pero mientras no supere con claridad los 49,50 euros, es poco probable que veamos un nuevo intento serio de recuperación.

Para los inversores que ya están dentro, la estrategia depende mucho del nivel de entrada. Algunos habrán ejecutado ya sus stops; otros deberían considerarlo, salir del valor, si se pierde la zona de los 46 euros, ya que por debajo de ese nivel aumentan considerablemente las probabilidades de ver una caída hacia los 41. Por tanto, no parece el mejor momento para tomar posiciones nuevas. Tampoco es cuestión de alarmarse en exceso, porque el soporte de medio plazo en los 46 euros sigue, de momento, aguantando. Pero si se rompe, tocará replantearse muchas cosas.

En cuanto a la evolución del año, aunque desde los máximos históricos la caída sea significativa, no es una debacle: comenzó el ejercicio en la zona de 49,60 euros, justo donde ha vuelto a fracasar recientemente. Por tanto, la corrección acumulada no puede calificarse aún como dramática.

¿Qué sectores y valores siguen mostrando mayor resiliencia o fortaleza técnica en este entorno de "lateralización"?

Ahora mismo no veo ningún sector que esté mostrando un comportamiento especialmente destacado. Incluso aquellos que venían haciéndolo muy bien, como el de defensa, están registrando correcciones en el corto plazo. El índice sectorial bancario europeo, por su parte, sigue completamente parado, atrapado en un rango muy estrecho y con una clara lateralidad. Eso sí, conviene recordar que este índice no ha perforado a la baja en ningún momento el nivel que durante años actuó como fuerte resistencia, lo cual es positivo desde el punto de vista técnico. De hecho, seguimos cotizando en niveles que no se veían desde 2008 o 2009, lo cual no es menor. Pero aun así, en un contexto tan plano, con tan poco margen entre soporte y resistencia, no parece que tenga demasiado sentido tomar decisiones de compra en estos niveles. Simplemente no compensa el riesgo. En cuanto al sector defensa, no hay grandes nombres destacando en este momento. Lo mismo ocurre con las utilities o cualquier otro sector en general. A lo sumo, podemos encontrar algún valor aislado interesante, algún movimiento puntual para "picotear", pero no veo fuerza clara en ningún sector como para justificar una apuesta decidida a corto plazo.

Estrategia de trading recomendada

Si acaso hay un activo, sería la plata, que acaba de romper con fuerza la resistencia clave en la zona de los 35,30 dólares, un nivel que no se veía desde 2012. Basta con mirar el gráfico: esa zona ha actuado como una resistencia durísima para la plata desde 2011, con varios intentos fallidos, tanto el año pasado como este. Ahora, por fin, ha sido superada con contundencia. Desde el punto de vista técnico, la ruptura de ese nivel es muy significativa. Si analizamos la estructura desde una perspectiva de corrección proporcional a toda la caída desde máximos históricos, el siguiente objetivo natural no es otro que esos propios máximos, situados en la zona de los 50 dólares. Con la plata cotizando ahora en torno a los 36,70 dólares, la ecuación rentabilidad/riesgo es bastante atractiva. Se convierte en una opción clara de compra, con un stop técnico ajustado, ligeramente por debajo de esos 35,30 dólares que ahora deberían funcionar como soporte.